miércoles, 27 de abril de 2016

Necesito una excusa que me saque de esto

Párese, detenga la máquina. ¿Dónde cree que va usted sin sentidos por la vida? Ni uno de ellos sabe utilizar para entender a su propio corazón. ¡A SU PROPIO CORAZÓN!
¡Arpía desalmada! ¿Pero es que no ve que se trata de su vida? ¿Va usted a dejar que el miedo al qué será devore sus deseos como carcoma desaforada?

La vida no son dos días pero, ¿y si sólo le quedaran dos días? ¿Seguiría donde está ahora? ¿Acaso no tomaría usted el próximo avión a la tierra donde crecen sus sueños y los cultivaría sin escatimar en caprichos?

Pare, por favor, una vez más. No lo haga por mí, hágalo por usted. Deténgase y piense:
¿Vas a seguir culpando al mundo de tu triste realidad? ¿Vas a seguir dejándolo al azar de los vientos o vas a tomar de una vez por todas las riendas de tu alma?